El Niño de España

Me declaro y me he declarado siempre pro Fernando Torres. Me parece un delantero centro moderno con todas las características para ser el mejor. En Liverpool era el mejor de Inglaterra. Sus números y variedad de golazos así lo acreditaban. Vidic y Terry, dos de los mejores centrales del mundo, tenían pesadillas el día antes de enfrentarse a él. Pero parece que el gol se le olvidó en su taquilla número 9 de Anfield.

El de Fuenlabrada es un delantero cuya mejor característica es la velocidad. Que se lo digan a Lahm, que ya de por sí es rápido. La vez que lo ví en La Rosaleda me pareció mucho más rápido en directo que en la televisión. A la altura de Eto'o, y lo digo sin exagerar. Además, sabe utilizar muy bien los espacios entre toda la defensa y es sumamente inteligente tirando desmarques a su espalda. Es cierto que nunca fue un prodigio técnico con la pelota en los pies pero en Liverpool marcó goles de todos los colores. Su conducción en carrera con el interior también recuerda a la de Eto'o pero nunca fue su fuerte. Y en el remate tenía mucho que mejorar pero, aun así, sus cifras goleadoras siempre han sido impresionantes.

En la Selección tampoco tiene unos números de escándalo pero su habilidad para arrastrar defensas hace que David Villa tenga el gol más fácil. Ya lo dijo el 7 de España: "Muchos de mis goles han sido por el trabajo de Torres". De hecho, en el Mundial 2010, Villa fue uno de los máximos goleadores pero solo marcó con el Niño en el campo. Los partidos en los que Torres no fue titular, Villa no mojó.

Ahora en el Chelsea tiene una presión añadida: el elevado precio que se pagó por sus servicios. Eso y que tras jugar inflitrado el Mundial ya no es el mismo. El jugador hizo lo imposible para llegar, se operó y se jugó su carrera y ahora está pagando las consecuencias. Volvió a lesionarse en la final ante Holanda y recayó en sus primeros meses en Liverpool. Ahora parece que las lesiones le respetan pero el gol no.

Y no es que esté jugando mal. Hace todo lo que ha hecho siempre, es más solidario a nivel colectivo, cae más a banda, se desmarca constantemente, da asistencias, pero la suerte le es esquiva. Lo único positivo es que él sabe que trabajando así el gol llegará. Esperemos que pronto porque le necesitamos en la Eurocopa, título que pretendemos revalidar gracias al conquistado en 2008 con un gol suyo. Eso que no se olvide. Porque desde ese día dejó de ser el Niño Torres para ser el Niño de España. Y lo sigue siendo porque gracias a su gol rompimos una racha de batacazos histórica. Y eso es para estar eternamente agradecidos.