Colombia siempre se ha caracterizado por dar jugadores de
talento, en las últimas décadas hemos podido disfrutar de talentos como el
mítico Valderrama, Freddy Rincón, Juan Pablo Pino o el genial Giovanni Moreno.
Sin embargo Colombia, adolecía de un ariete de primer nivel
desde la retirada del gran Faustino Asprilla, aquel rematador que encandiló
tanto en la selección junto al “tren” Valencia, como en Newcastle y sobre todo
en el Parma.
Han salido nombres de calidad como Rodallega y sobre todo, un “killer” de talla
mundial como Radamel Falcao, pero la afición echaba de menos ese tipo de
delantero capaz de realizar la jugada imposible, ese delantero habilidoso e
imprevisible que hiciese vibrar a la hinchada “cafetera”. Ese jugador tan
esperado ya tiene nombre propio, Luis Fernando Muriel.