Acumulaciones

Al Barça se le acumulan los problemas. Es como un círculo vicioso. La facilidad que tienen algunos de los pesos pesados barcelonistas para lesionarse hace que los otros tantos pesos pesados tengan que jugar más partidos de la cuenta para sobrevivir en Liga o Copa. Eso que todavía no hemos llegado a la Champions con el engañoso Leverkusen.

El que no levanta cabeza es Iniesta. Toda la vida lesionado mínimo dos veces por temporada tiene que afectar psicológicamente. Pues ya van dos y solo llevamos media temporada. Otro que parece haberse contagiado es Pedro, que tampoco termina de recuperarse. Alexis juega infiltrado sin poder dar el cien por cien y Puyol, aunque ahora esté a un nivel soberbio, viene de una primera vuelta casi sin minutos. Ahora parece que Busquets tampoco podrá estar en la vuelta de Copa frente al Valencia por la herida que le hicieron en el partido frente a la Real Sociedad. En definitiva, un cúmulo de lesiones que hacen que el equipo esté perdiendo fuelle y tenga que recurrir al filial para rellenar hueco e incluso para ser importantes ante tanta baja.

El problema es que los que no se lesionan tienen que jugar partidos y partidos echándose el equipo a la espalda. Y esos que no se lesionan son Alves, Xavi, Messi, Cesc y Mascherano. De los cuatro, Xavi ha encontrado rotación en Thiago que, aunque no es Xavi, lo hace bastante bien. Messi es insustituible pero ya se le nota en reserva física. Su principal habilidad, la aceleración, es cada vez más lenta, lo que le hace previsible. Es cierto que sigue siendo letal porque al 20% es mejor que la gran mayoría de jugadores del mundo, pero cada vez lo es menos. Mascherano por su parte ha encontrado en la vuelta de Puyol un momento para respirar. El capitán a vuelto a tope y se nota. Igual que se nota que Piqué vive su peor momento como azulgrana. Está lento e impreciso en el pase largo.

Por su parte Alves no necesita descanso y es el comodín de Pep para toda la banda derecha. Mientras tanto, Cesc está en una clara progresión descendente. Está muy lento, tanto en velocidad como de reflejos, y también impreciso en la búsqueda del gol. El partido ante la Real fue, con diferencia, el peor desde que es culé. Y casi podría decirse de su carrera. Cuando apareció era para perder el balón, cosa que en la segunda parte se ahorró porque ni se le vio. Mientras tanto Keita sigue adelante con Malí en la CAN y Pep se hace de todo equipo que juegue contra Malí a ver si la eliminan.

Y por rotar ha rotado hasta Valdés. Esa es otra. Pinto solo está para meterse en follones porque lo que es parar lo hace poco y donde no debe. Que un club tan grande como el Barcelona tenga un portero suplente de este nivel es deprimente. Más en el caso de lesión gorda de Valdés. Un Valdés que por cierto sigue en estado de gracia tras el partido ante la Real.

En definitiva, la pescadilla que se muerda la cola. Todo por querer entrar a por todo con una plantilla corta. Polivalente, eso sí. Pero entonces si se lesiona uno no es uno ya es un tipo que cubre más de una posición. Que es lo peor. Y mientras tanto, lo único destacable desde Can Barça, es el soplo de aire fresco que da Tello cuando corta la banda izquierda del Camp Nou.