martes, 12 de abril de 2011

Equipos de leyenda: el Dream Team


Cuando hoy por hoy vemos un partido del Barça de Guardiola, los más jóvenes podrían pensar que el estilo de éste equipo siempre ha sido el que se contempla en la actualidad…nada mas lejos de la realidad. Si bien es cierto que el Barcelona siempre tuvo grandes estrellas hasta la llegada de Johan Cruyff como técnico y tuvo sus logros, si bien siempre tuvo en la copa de Europa su asignatura pendiente.

Nombres de la talla de Luis Suarez, Kubala, Cesar, Lineker, Maradona…o el propio Cruyff como jugador se estrellaron en la máxima competición continental, aunque diesen grandes tardes de fútbol al barcelonismo.

El Barça necesitaba un cambio de mentalidad, de ideología futbolística, olvidar los viejos fantasmas o las excusas y fomentar un fútbol de ataque, preciosista y dando paso a los jóvenes valores de la cantera.

En 1988 Cruyff llega a la ciudad condal tras una importante etapa en su Ajax de Ámsterdam, comienza una revolución espectacular, prescinde de pesos pesados y trae jugadores que darían gran rendimiento como Eusebio Sacristán, Txiki Beguiristain, Jose Mari Bakero, Julio Salinas…prácticamente un equipo nuevo, también apostó por un defensa internacional brasileño, Aloisio, que no llegó a triunfar como se esperaba y por canteranos como Guillermo Amor o Albert Ferrer. Aquel proyecto se quedó sin titulos, pero se empezaba a vislumbrar algo grande.

En el verano de 1989 el Barcelona de Cruyff presidido por Josep Lluís Núñez rompe el mercado, Ronald Koeman, el mejor central joven de Europa llega como fichaje más caro hasta la fecha, el internacional holandés comienza de forma dubitativa, crea murmullos por su lentitud en los primeros meses pero termina haciéndose líder indiscutible de la zaga, el primero a la hora de fabricar las jugadas de ataque y una pesadilla para los porteros gracias a sus más que temibles disparos a puerta.

Ese mismo verano, un semidesconocido danés, Michael Laudrup, llega procedente de la Juventus en silencio, su fichaje fue netamente eclipsado por el de Koeman pero fue sin ninguna duda, la gran revelación de esa temporada. Laudrup tenía en sus botas un fútbol de salón, una elegancia pocas veces vista antes, un repertorio de pases y regates que puso en muchas ocasiones en pie a todo un Camp Nou.

Sin embargo aquel Barça iba encaminado a quedarse en blanco de nuevo, el Real Madrid se volvería a hacer con la liga y sólo quedaba la esperanza de derrotar al equipo de la capital de España en la final de la copa del rey en el estadio Luis Casanova (Mestalla) de Valencia, de perder ese partido, el futuro de Cruyff peligraba y mucho, los fichajes deberían ser rentabilizados urgentemente en forma de títulos y no sólo con buen juego.

Aquel partido no fue un partido cualquiera, el Barcelona derrotó al Real Madrid poniendo fin a la hegemonía de “la quinta del Buitre” gracias a los goles de Guillermo Amor y Julio Salinas en un encuentro dominado por el conjunto culé de principio a fin.

Aquí comienza el denominado “Dream Team”, uno de los mejores equipos que se hayan visto jamás que necesitaba una guinda para el pastel, un jugador que aportase gol y carácter ganador y ese jugador llegó en el verano de 1990 del Cska de Sofía, llegaba un tal Hristo Stoichkov que había logrado en su última temporada la bota de oro europea empatando con el mismísimo Hugo Sánchez. Hristo encandiló en una eliminatoria de Recopa a Cruyff que no dudó en apostar por su fichaje pese a ser todo un desconocido fuera de su Bulgaria natal.

Una vez ensambladas las piezas básicas, el Barça de Johan reconquista la liga española, la cual la gana los siguientes 3 años y además de otros títulos mas…entre ellos la ansiada copa de Europa que al fín llega a las vitrinas del FC Barcelona. Tras derrotar en la finalísima en Wembley a la Sampdoria de Vialli, Cerezo y Manzini con un gol antológico e inolvidable de falta de Ronald Koeman en la prórroga tras el empate sin goles en los 90 minutos reglamentarios.

Aquel Barça tenía una filosofía clara, Cruyff la repetía con frecuencia: “si meto más goles que el rival, no importa los que encajemos “ y así éra ese equipo, un autentico kamikaze con un arriesgadísimo 3-4-3 variable que podía hacer aguas en cualquier momento, pero que poseía tal calidad en sus jugadores y movimientos tácticos tan inteligentes, que se hacía casi imposible derrotar al equipo del que fuera conocido en su etapa de jugador como “el holandés volador”. Su obra había llegado a su máximo exponente.

El 14 de julio de 1993, tras romperse las negociaciones varias veces, cristaliza un dificultoso fichaje a razón de 10 millones de dólares, el Dream Team acoge un nuevo elemento, un killer de área bastante singular, de andares extraños, con aspecto algo descuidado pero que escondía en sus botas una calidad técnica absolutamente despampanante…llegaba Romario Da Souza Faría, llegaba el rey del gol.

Romario llega a la Ciudad Condal prometiendo 30 goles (clavó la cifra) y muchas tardes de gloria azulgrana y desde la primera jornada ante la Real Sociedad, Romario se mete en el bolsillo a la afición culé con un esplendido hat-trick y con un entendimiento natural con los grandes pasadores del Barcelona, Guardiola y Laudrup. La dupla Stoichkov-Romario, pese a su corta duración, ha sido una de las más perfectas que se han visto en las últimas decadas, uno aportaba lucha y arrancadas explosivas y el otro la frialdad y la magia, juntos formaban una delantera de ensueño.

Lo que son las cosas, cuando el Barça plantaba en el terreno de juego el mejor equipo de la época Cruyff, habiendo dado auténticos baños de fútbol ( 5-0 al Madrid y repaso impresionante al Manchester United entre otros) y recién ganada la liga tras el famoso penalti fallado por el deportivista Djukic (grandísimo central) ante el Valencia en el último minuto, el Barcelona se presenta en la final de la Champions ante el Milan de Capello en Atenas y quien lo iba a decir…ése día, finalizó el mítico Dream Team con un partido que desde el principio se le púso cuesta arriba, con un Zubizarreta que con tantas veces que había salvado los muebles, esa noche todo le salía mal…el Milan le endosaba un demoledor 4-0 con jugadores de gran nivel como Marcel Desailly, Boban, Savicevic, Albertini o Paolo Maldini.

Aquel fin de ciclo fue realmente dramatico deportivamente hablando, Cruyff comunicó a Zubizarreta en el mismo viaje de vuelta que ya no contaría más con sus servicios, Romario que ganaría aquel verano el mundial con Brasil, regresaba tarde,mal y endiosado a Barcelona para ir preparando su marcha a Brasil…todo se vino abajo.

Johan Cruyff intentó más tarde renovar el equipo con juventud, tirando de cantera (demasiada de golpe), no encontraba un portero que hiciese olvidar a Zubizarreta y le dio el peso del equipo a chavales como De La Peña, Celades, Los hermanos García Junyent (Oscar y Roger) o su propio hijo Jordi Cruyff, a quien llevó al primer equipo tras destrozar la progresión del hispano danés Thomas Christiansen, que apuntaba bastante más alto y eclipsaba al progenitor del mister holandés.

Por otro lado llegaron 4 nuevos fichajes, Meho Kodro que triunfó por todo lo alto en la Real Sociedad y que sin embargo fracasó estrepitosamente en el Barcelona, Angel Cuellar, un ídolo del Real Betis que se lesionó de gravedad en la primera jornada en Valladolid y que no le permitiría volver a su nivel nunca más, Georghe Popescu, un valladar rumano de gran presencia física y buen trato del balón que si cumplió con creces tanto en el centro de la defensa como también jugando de medio destructor…y Luis Figo, el último gran legado de Cruyff junto al “pequeño Budha” Iván De La Peña que tiempo después tendría que abandonar el club de sus amores para emigrar al Calcio. Aquel equipo era demasiado inexperto y no consiguió ni de lejos las exigencias mínimas, no ganó título alguno aunque dejó partidos de bastante calidad, aquel equipo fue denominado “el Baby Team”.

Josep Lluis Nuñez que desde hacía bastante tiempo apenas se hablaba con Cruyff, con el que mantenía ya demasiadas divergencias decidió destituir a Johan y poner fín por completo, a la etapa más importante de la historia del club hasta ese momento. Aquellos años fueron la semilla del actual Barcelona de Guardiola (discípulo de Cruyff), si bien, Pep lo ha perfeccionado, defiende mucho mejor, apenas le llegan a portería y no ha perdido ni un ápice en lo ofensivo, la cantera vuelve a funcionar a pleno rendimiento y el equipo es hoy en día el más admirado del mundo…como en su día el Dream Team.

Hoy el FC Barcelona es un club modélico, que sólo lucha contra los rivales usando el balón, que recibe elogios por donde va y regala tardes de un fútbol fuera de serie prácticamente en cada partido. No lo olvidemos nunca, Guardiola no ha creado una maquina perfecta…lo que ha hecho el de Santpedor, es quitarle el polvo a la maquina de Cruyff, modernizarla y potenciarla hasta limites aún por conocer.

Por Fran Salas Balbuena

Como último detalle, Johan Cruyff aconsejó un fichaje poco antes de su destitución, el nombre que puso sobre la mesa fue Zinedine Zidane…¿les suena?, algo sabe de fútbol éste Johan que fue, es y será siempre un símbolo barcelonista, el hombre que cambió el curso de la historia en nuestro fútbol.

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