Los centrocampistas "stoppers" han abundado y mucho desde siempre. Del Sol fue el primer gran ejemplo en aquel Madrid de Di Stéfano. Makelele fue el ejemplo de mediocampista de corte defensivo en los últimos años. Ese centrocampista que se olvidaba del balón para crear y mordía para cortar. El francés se fue al Chelsea donde compartió vestuario con Obi Mikel, Essien o Lass. En el Barcelona Yaya Touré reconvirtió el puesto añadiéndole calidad, potencia, juego por alto y salida de balón. Y Busquets fue su sucesor. El mejor para ese estilo de toque con clase y más dinamismo a la hora de atacar. En Valencia Albelda era el "stopper" blanco por antonomasia desafiando a la fábrica de jugadores de este corte que empezaba a despuntar en Francia. Jugadores afroeuropeos, de tez morena y un físico envidiable.
De este país llegó a Málaga Toulalan, solo que no era de raza negra. Llegó procedente de Lyon por una cifra que le convirtió en el fichaje más caro de la historia del Málaga hasta la posterior llegada de Cazorla. Todos pensaban en un jugador que venía de vuelta por su aspecto pero su DNI decía que estaba en el mejor momento de su carrera con 28 años. Y se ha convertido en el mejor fichaje del año del gasto malaguista. Y no solo corta, además distribuye. Con más o menos acierto pero nunca se esconde. Es su mayor virtud.
Y también golea. En lo que va de año ha marcado los mismos goles que en toda su carrera en Francia (http://www.marca.com/2012/02/14/futbol/equipos/malaga/1329216605.html). Así mismo, es el cuarto jugador que más balones roba en toda la Liga BBVA con 247 balones en 21 partidos (vía @enriquebokeron). Un auténtico depredador del centro del campo que está rindiendo a un nivel mucho mayor del que se esperaba.
Muchos malaguistas quieren 11 como él en el campo. Se deja el alma y no da un balón por perdido. Los centrales reciben su ayuda como único apoyo y los laterales pueden subir con más tranquilidad. Sobre todo Monreal, asistente de lujo en las últimas jornadas. Roba balones que terminan en gol gracias a su presión asfixiante. Su radio de acción abarca todo el centro del campo y sus carreras se reflejan en la cara de cansado que tiene cuando acaban los partidos. Hay quien no suda la camiseta. Este tipo la suda por todos.
No es un genio. No es un jugador mediático. Su posición está reñida con eso. Pero es el jugador que todos los entrenadores necesitan como el comer y todas las defensas sueñan con tener delante. Por eso, para mí, es el mejor fichaje de esta Liga. Aunque casi ni se note su presencia en el campo. Es el líder en la sombra.
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