Clásicos básicos.

Se acabó la primera entrega de la "guerra de las galaxias". Galaxias Florentiniana y Roselliana obviamente. Y deja varias lecturas. La primera y más interesante es que Mou ha parado al Barça y con 10. Para ello se ha valido de todo tipo de artimañas (todas legales) como no cortar el césped para que el balón no ruede. Eso fue un punto a favor del luso.

Pep este año no tenía el factor sorpresa a su favor como otros años. No tenía más y tiró de un Puyol que de paso hizo las maletas de Milito. El argentino cuenta tanto como cualquier jugador del filial. Forzar al gladiador de La Pobla parecía un acierto porque el capitán era el mejor de la defensa culé. Pero se pagó caro. Lesión y cambio por Keita poco afortunado. El Malí no estuvo fino.

Por contra el Madrid empezaba el partido encerrado atrás, esperando al Barça y con las líneas muy juntas. Mal no salió. En la segunda parte tocó zafarrancho y presión con el comandante Pepe a la cabeza. El portugués robó más balones que todo el Madrid junto pero también se libró de alguna amarilla por reiteración. Aun así fue el mejor del Madrid. Él y Ozil que, nadie sabe por qué, empezó en el banquillo. Le dio otro aire a la salida de balón, bajó hasta su campo para iniciar y se ofreció constantemente.

En el Barça el mejor fue Adriano. Eso dice poco del elenco de estrellas. Xavi fue el que más lo intentó pero no podía sólo. Iniesta estaba missing y Messi aparecía a chispazos eléctricos de genio pero no fue regular. De Villa poco o nada. El penalty, más otro que no pitó el colegiado (para mi lo era) pero nada más. Se le cuestiona. Para mi ha hecho lo mismo que Ibrahimovic: marcarle al Madrid en la ida y al Arsenal también en la ida. Igual que el sueco. ¿Habría que venderlo? Cada cual tendrá su opinión.

La segunda amarilla que se comió el árbitro a Alves por el penalty es lo último reseñable. No dio para más la primera parte de la saga. A ver que pasa en las otras tres. Esperemos que en alguno se vean más a las estrellas de verdad. Sobre todo a Ronaldo, que marcó pero se perdió en filigranas sin sentido, y a Iniesta, sus pases y sus esláloms.