miércoles, 5 de enero de 2011

La caída de un rey


Fue rey de reyes del fútbol y, hoy por hoy, a sus 30 años está buscando su salida del fútbol de élite. Hablo de Ronaldinho. Para mi fue el mejor jugador del mundo con diferencia y, probablemente, el mejor jugador que jamás he visto técnicamente hablando. Se convirtió en el referente de la juventud mundial con ese aire de "rapero de sambódromo".

Su fútbol se acabó con 26 años según parece. Edad en la que los buenos jugadores no han explotado aun. Sin embargo si te pones a analizarlo tampoco fue para tanto. Llegó al Barcelona en verano de 2002 como Campeón del Mundo con Brasil y con la consigna de sustituir a Rivaldo tras el fracaso de Riquelme.

Su primer año, a pesar de no conseguir nada, fue simplemente brutal. Su primero gol con el Barcelona en aquel partido a las 12 de la noche ante el Sevilla fue un adelanto de lo que esperaba (su último gol fue de chilena ante el atlético, otro golazo). Se convirtió en el paladín del jogo bonito con su variedad de recursos (elásticas, rabonas, pases mirando al tendido, sombreros, espaldinhas...), su visión de juego, su definición y, sobre todo, la clase con la que ejecutaba todos sus movimientos. El Barça de Rijkaard acabó segundo tras ganarlo todo en la segunda vuelta a excepción de los últimos dos partidos.

Su segundo año bajó el nivel. Aparecía a chispazos pero siempre en los mmentos importantes. Los goles al Madrid en la ida y en la vuelta o aquellos antológicos frente a Chelsea, Milan o Valencia salvaron una temporada en la que se esperaba más que los 8 goles que marcó en Liga.

Su tercer año fue el de la explosión definitiva. Ganó el Balón de Oro y el FWP y recibió una merecidísima ovación tras una actuación histórica nada mñas y nada menos que en el Bernabeu. Más tarde ganaría la Champions y la Liga confirmándose como el mejor jugador del mundo en la temporada que lo podría consagrar como uno de los mejores de todos los tiempos ya que ese verano se disputaba en Alemania el Mundial de 2006. Eso fue el principio del fin del Gaúcho.

Brasil llegaba al Mundial con el mejor equipo de su historia desde aquel de Zico y Sócrates del mundial de España en 1982. Kaká, Ronaldo, Robinho, Julio César, Adriano y Ronaldinho inspiraban temor al mundo. Pero la acabada Francia de Zidane los echó de la competición en cuartos. De Ronaldinho ni rastro. Bueno si, en las discotecas alemanas.

Y de discotecas siguió el año siguiente en el que batió su mayor registro goleador con el Barcelona (21 goles) en una temporada pero dando un rendimiento escasísimo ya que el equipo se tuvo que apoyar en un joven argentino de 18 años que salía de la cantera, un tal Leonel Messi.

Su sobrepeso era ya una evidencia así que su última temporada en España fue más como agradecimiento por los servicios prestados que por su nivel como futbolista.

Más tarde marcharía a Milan donde no ha llegado a las 3 temporadas y ya quieren deshacerse de él. Lo peor no es eso. Lo peor es que parece que le da igual. Le da igual el fútbol. Él sale, echa el rato y para casa.

Y la culpa para mi la tiene su hermano, el cual me parece un buitre carroñero que sólo quiere cobrar las comisiones de los traspasos del jugador brasileño sin importarle la carrera que tenga. Le mete en la cabeza fantasmadas y éste se las cree.

En fin, parece que el Gaúcho volverá a Brasil esta temporada. Lo que no sabemos es si volverá al fútbol algún día...

2 comentarios:

  1. Moyy, bastante interesante el post, resumen la vida en una década de este grandioso jugador. Pero creo que llego al Barça en el verano del 2003. Pero comparto tu opinión de como el hermano y las salidas nocturnas echaron a perder a este jugador.

    ResponderEliminar
  2. Si puede ser. Es que lo escribí todo de memoria, pero si, creo que llegó en 2003

    ResponderEliminar